ESCRITOS DE SAN JOSÉ CALASANZ

Cartas copiadas del libro ¨Cartas selectas de S. José de Calasanz¨ de los PP. Severino Giner, Ángel Rodenas, Miguel Angel Asiain, Jesús María Lecesa, Luis María Bandrés (pepd) para, en agradecimiento a sus esfuerzos por acercarnos a S. José Calasanz, continuar acercándolo.

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Ubicación: Valencia, Malvarrosa, Spain

jueves, marzo 29, 2012

Nápoles, 21 de noviembre de 1626

S. José Calasanz
P 557 Carta 99

Al P. SANTIAGO GRACIANI. (1) Roma.

Bendito sea el Señor que se complace en visitarnos con tantos enfermos. Roguémosle que se digne mandarles también la salud. Entre tanto, paciencia, para sacar de ello el fruto que conviene.

Si el P. Juan Domingo (2) se ha ordenado por fin de sacerdote, puede ocuparlo en las escuelas en lo que le parezca conveniente, o bien mandarlo al noviciado y hacer que vaya ahí el P. Juan Benito (3). Me disgusta que hayan mandado a Narni al novicio Plácido de Mesina (4), el cual tiene necesidad de noviciado. Por eso escribo que lo vuelvan a mandar ahí lo antes que puedan. Respecto del H. Arcángel (5) ha hecho muy bien en mandarlo a pie; si no puede llegar en tres días, que llegue en cuatro.

Respecto a levantar el muro de la huerta del noviciado, si vuelve por ahí el Sr. D. Miguel podría decirle que si el Sr. Cardenal Barberini (6) coge nuestro noviciado, como tengo entendido, él lo levantará e incluso comprará la huerta del Sr. Ludovico Mattei (7). Y en caso de que no reclame nuestro noviciado, mandaremos en seguida levantar los muros, para que no pueda ver nadie desde nuestra huerta. Así pues, esto se arreglará pronto.

En cuanto al negocio del Sr. Pablo Mangonio, (8) escriba V. R. a Narni, como también yo he escrito, que no se aparten del proyecto o plano que nos concedió la ciudad, el cual enseñé a dicho Sr. Pablo. Es mucho mejor poseer seis palmos de terreno en paz y sin disgusto de nadie que veinte palmos a disgusto de uno solo. Los que profesan la pobreza que profesamos nosotros, deben contestarse con cualquier cosilla, porque nuestro descanso y anchura debemos buscarlos en el cielo. Así se lo puede comunicar a dicho Sr. Pablo, al cual saludará de mi parte. En cuanto a dar alojamiento al compañero del Sr. Reginaldo (9), llamado Mateo, dígale que no es posible porque esa habitación la quiero guardar como cuarto de huéspedes para algún amigo nuestro o bienhechor, como es el Sr. Vicario de Frascati, que viene a menudo a Roma. Si en otra cosa le podemos dar gusto, lo haremos.

Respecto al P. José (10) si no lo ha mandado a Genova cuando reciba la presente, no lo mande ya; quédese ahí hasta nuevo aviso. En cuanto al asunto del noviciado vea qué resuelve el Sr. Cardenal Barberini, y si se conforma con que ceguemos las ventanas a su gusto, lo haremos; y si quiere también el local, se lo daremos, esperando que su Señoría Ilma. nos ayudará a encontrar otro sitio, si no tan saludable por lo menos parecido. De lo que averigüe mándeme aviso.

En cuanto el P. Antonio María (11) me alegro mucho de que esté examinado y aprobado para las confesiones. Me gustaría que se dedicase a estudiar casos en los que suelen incurrir los muchachos, porque este es nuestro principal ministerio. Si puede conseguir las obras del Gerson Parisiense, (12) en uno de sus tomos les dedica un tratado especial muy a propósito. Y para que entienda bien la ganancia de la mortificación, fíjese en aquella maravillosa sentencia de Kempis, que dice: «Maioris meriti est adversa pati, quam bona operari».

Ponga en fin, el cuidado necesario para que cada mes se. confiesen los alumnos máxime los que son capaces de ofender a Dios.

En cuanto a la observancia del silencio si no la abrazan con particular afecto, siempre serán religiosos materiales y aptos para relajarse facilísimamente. Por eso, adviértales cuánto importa- al religioso no hablar con la lengua a los hombres para poder hablar con la mente a Dios. Y a esto último no se puede llegar sin la mortificación de lo primero. Ordene también al portero que cuando venga alguno de los, nuestros de Frascati, Narni o Génova, no trate con nadie de casa, fuera del simple saludo antes de haberse presentado al Superior para recibir la bendición. Y después de decirle lo que desea tratar con alguno de la casa en particular, hágalo si le da permiso; y si no se lo da, no trate sino con el Superior. El hablar uno con otro cuando se encuentran por la casa es señal de muy poco espíritu y de poco deseo del propio aprovechamiento. No hay cosa que mayor alegría me dé que oír que en esa casa se guarda gran silencio fuera de las clases para atender al provecho personal. El Señor les dé a todos la gracia de conocer y practicar esta verdad, para que así estén mejor preparados para la mayor utilidad del prójimo.

Procure mandarme las cartas por el correo y no por la estafeta. Como no se me ocurre nada más ruego al Señor que nos bendiga a todos. Nápoles 2l de noviembre de 1626.

Notas

1. Santiago de San Pablo, en el siglo Santiago Graziani, de Sessuolo, diócesis de Módena. A los 48 años y siendo ya sacerdote vistió el hábito calasancio en Roma el 28 de octu¬bre de 1619. Emitió sus votos simples también en Roma el 27 de junio de 1621, y los solemnes en Narni el 21 de abril de 1624. En enero de 1621, junto con el P. Ottonelii, fue enviado por Calasanz a Panano para comenzar las Escuelas. Superior cíe Panano de 1624 a 1626. Encontrándose grave el Fundador, lo llama a Roma para que haga de Vicario General. En octubre de 1626 llega a Roma y lo hace Rector de San Pantaleón. 31 30 de marzo de 1627 es nombrado Provincial de la Romana. El 12 de enero de 1632 es designado por el Papa Urbano VIII Asistente General junto con los padres Pedro Casani, Francisco Castelli y Juan García, En 1633 se ocupa, auncue está en¬fermo, de los novicios de Roma. En noviembre va a Nápoles como Visitador General. Muere allí el 2 de octubre de 1634 (cf. ES, 1281-1).

2. Juan Domingo Guadagni de Santa Maúa Magdalena, oriundo de Montefelto. Vistió el hábito escolapio el 21 de mayo de 1623 en Roma y en esta misma ciudad hizo su profesión solemne el 29 de mayo de 1625. Ordenado sacerdote el 8 de mayo de 1628. El año 1627 pasó a los Hermanos de San Cosme y San Damián (Cf. ES, Il, 612-15).

3. Juan Benedetti de San Benito. Luego no debía tener ninguna hija religiosa por aquellas fechas (13 de mayo de 1626). Es posible, por tanto, que la aludida sor Fausta fuese hermana de D. Raimundo. D. Raimundo había muerto ya en diciembre de 1632, como se desprende de una carta del P. Raimondi a Calasanz (cf. ES, II, 1733), quedando los hijos a cargo de su madre.

4. Nada más sabemos de este Hermano -Plácido de Mesina-, fuera de los escasos datos que se nos dan de él en esta cita-y en las cc. 100 y 110. Al no haber quedado rastro del mismo es probable que no acabase sus días en la Orden.

5. Arcángel Sorbino de San Carlos, en el siglo Papirio Sorbino, natural de Genzano, toma el hábito en Roma como Hermano Operario el 1 de julio de 1618 y emite sus votos solemnes en la misma Roma el 7 de abril de 1624. Ejerce primeramente de limosnero en Roma y en sus alrededores y después de Procura¬dor de los bienes del Colegio Naza¬reno en Cesena. Aquí mostrose fidelísimo administrador casi in¬interrum¬pidamente hasta su muerte, ocurrida el 21 de septiembre de 1666. De 1636 a 1637 reside a ve¬ces Roma y Genzano para aten¬der la administración de bienes. Había sido ordenado sacerdote en 1640. Calasanz tuvo en él máxima confianza como lo demuestran las 181 cartas a él dirigidas (cf. ES, II, 2085-1).

6. Antonio Barberini el Viejo, Cardenal de San Onofre, fue un severo asceta. Hermano mayor de Urbano VIII y capuchino, cuando en 1623 lo llamó el papa a Roma fue caminando con gran alegría del hermano Papa. No quería acceder a la púrpura cardenalicia. Aún después de recibir esa dignidad vivió muy sencillamente. Los que en la corte tenían sentimientos mundanos se reían de él por su modestia y sencillez. Sus rentas las empleaba en obras de piedad y beneficencia. Había nacido en 1569 y murió en 1646. / Antonio Barberini (cf. c. 7, nota 3). Calasanz se hace eco de un primer rumor en torno a nuestro Noviciado de Quattro Fontane, pidiendo información acerca de los propósitos del Cardenal Barberini respecto al edificio (cf. c. 99, nota 7). Antonio Barberini el Viejo, Cardenal de San Onofre, fue un severo asceta. Hermano mayor de Urbano VIII y capuchino, cuando en 1623 lo llamó el papa a Roma fue caminando con gran alegría del hermano Papa. No quería acceder a la púrpura cardenalicia. Aún después de recibir esa dignidad vivió muy sencillamente. Los que en la corte tenían sentimientos mundanos se reían de él por su modestia y sencillez. Sus rentas las empleaba en obras de piedad y beneficencia. Había nacido en 1569 y murió en 1646.

7. En efecto, así fue, como escribe en carta del 26 de marzo de 1639. El Noviciado estaba junto a este huerto del Sr. Mattei, y por su lugar de emplazamiento se llamaba de «Montecavallo» o «Al Quirinale» o «Alle Quatro Fontane». Era ya la segunda vez que los Barberini expropiaban el Noviciado romano de las Escuelas Pías para realizar sus proyectos. En 1619 había comprado Calasanz una casita en la Cuesta de San Onofre, pero los vecinos monjes de San Jerónimo obtuvieron de Urbano VIII la expropiación en 1624 para ampliar su monasterio. Se compraron unas nuevas casitas en Montecavallo para el Noviciado y tras no pocos sudores quedó acomodado. Ya en 1626 corrieron rumores de que el Cardenal Barberini quería expropiar nuestro Noviciado, pero pasó el peligro hasta el año 1639, en que tanto el Noviciado nuestro como el huerto del Sr. Mattei fueron comprados por los Barberini para edificar un monasterio de monjas, venidas de Florencia, entre las cuales había dos que eran hermanas del Cardenal Barberini y del Papa Urbano VIII. (Para la larga historia de nuestros noviciados en Roma, cf. BAU, ‘Biog. Crít’., pp. 750-768).

8. Propietario de terreno en Narni, con el que tuvo que ver la fundación escolapia. Cuando se refiere a él Calasanz en sus cartas tiene buen cuidado de advertir que se procure contentar en todo a dicho señor.

9. Cf. c. 72, nota 5.

10. José Rocca (cf. c. 94, nota 4).

11. Antonio María Vitali (Vitalis) de la Anunciación, natural de Bastia, toma el hábito en Roma el 12 de octubre de 1622 y emite los votos solemnes en la misma Roma el 8 de diciembre de 1624. Trabaja, ya como súbdito ya como Superior, en Frascati, Narni, Moricone, San Pantaleón. En 1637 es nombrado Provincial de Nápoles, asistiendo como tal al Capítulo General de 1637 en Roma. En 1638 ejerce el cargo de Procurador de la Religión en la causa de los «hermanos reclamantes», cargo que no desempeñó según los deseos de Calasanz y del que cesa en 1639. Pasa después a Frascati, donde ejerce de Superior, y a Moricone. Muere en Frascati en octubre de 1647, a los 61 años (cf. ES, II, 2229-1).

12. Juan Le Charlier de Gerson (1363-1429), Gran Canciller de la Universidad de París, famoso por sus escritos y por su intervención en el Gran Cisma de Occidente, se dedicó en el último periodo de su vida a la enseñanza de los niños, particularmente en su aspecto religióto, escribiendo algunas obras al respecto, entré las cuales es famosísima la titulada ‘De parvulis ad Christum trahendis’, a la que debe referirse Calasanz en esta carta. Otra de gran interés también es la titulada ‘Doctrina pro Pueris ecclesiae parisiensis’. La edición de sus obras, a la que alude el Fundador, debe ser la primera, es decir, ‘Opera Omnia’, Colonia, 1483-1484, 4 vols. En otra edición posterior, ‘Opera Omnia’, Amberes, 1705, 4 vols., puede verse la primera obra citada en ‘Ibid’., III, c. 277 ss., y la segunda en ‘Ibi’., IV, c. 717 ss. La doctrina de G'erson y sus alabanzas por la enseñanza de la niñez influyó sin duda en la mentalidad de Calasanz. «Por los niños -decía Gerson- debe comenzar la reforma de la Iglesia» (Ibid., II, c. 109).